4.10.10

3.


Nos acercamos con Wolf a ver cómo estaba la cosa y la gente ya estaba sentada bajo las amplias sombras de los arboles bebiendo tranquilamente en la hierba. Aún no había mucha, pero poco a poco se iría llenando. Chasc me dijo que ya un par de noches antes del Derby todo el mundo iba a emborracharse con vino blanco a ese lugar. Dimos una vuelta para localizar a gente conocida, y dimos con un tipo al que llamaban Xan, yo no le conocía, pero me cayó bien. Enseguida se nos acercó otro con pinta de ir ya bastante puesto, y nos preguntó si queríamos comprar porros. Yo no hablé, y éstos le rechazaron amablemente. No se dio por vencido y nos ofreció M, y yo ya no supe qué pensar de la noche de Sherry, joder, eran las cinco de la tarde aún. Se marchó sonriente a buscar otros clientes.


Después fui a una tienda que había junto al parque a comprar unas cervezas para ir bebiendo un poco, no era mi intención emborracharme esa noche porque tendría que levantarme temprano para ir a los entrenos oficiales, así que fui con el propósito de comprar dos botellas de litro, pero cuando llegué vi que la nevera del mostrador estaba vacía, y que no había rastros de cerveza por ninguna parte, sólo cajas y cajas de fino.

-Hola... eh... No tendrás cerveza ¿no?
-Hombre... ¿cuántas quieres?
Sonreí inmediatamente y le dije que dos litros. La alegría se me pasó cuando me dio la bolsa al ver que no tenía asas. Me pregunto quién será el cerdo que haga las bolsas de plástico sin asas. No resulta nada práctico. Y así volví a donde estaban Chasc y Wolf y me senté en la hierba para abrir la primera botella.
Wolf me miraba con envidia al ver que estaba bebiendo. Él tendría que esperar a que llegaran los demás con todo el tinto de verano que habían comprado. Tardaron una media hora, eran Beaumont, Zöller con su botella de ron, el pelirrojo y otro con gafas de sol de colores que se llamaba no se qué Thomas y le decían “el pirata”. La tarde siguió su curso como era de esperar, cuando se me terminó la primera botella fui a abrir la segunda y justo se me resbaló de entre los dedos y cayó al suelo, lanzando al aire un increíble chorro de espuma blanca. La cogí esperando que no lo hubiera visto nadie, pero así sólo conseguí que me viese aún más gente. Maldita vergüenza, sonreí un poco para disimular y que pareciese que celebraba de antemano una victoria en cualquiera de las carreras del domingo, pero creo que lo único que conseguí fue quedarme sin bastante cerveza. Después de que se me terminara ya toda, la gente seguía bebiendo y riendo, llegó otro más al grupo, Basil, y después por fin me encontré con el loco hermano de Chasc, Morris, al que todos llamábamos Moe.
Pasé con Moe un buen rato, intentando encontrar un sitio donde mear, pero todo estaba ya abarrotado de gente. Encontramos al final un sitio detrás de unos contenedores de basura en el que pude descargar medio atlántico en orina.
Un tiempo después volví con el grupo y nos fuimos Chasc, Beaumont y yo a buscar un sitio para cenar algo. Nos metimos en un local de comida rápida bastante cutre, no recuerdo el nombre, pero sí que no llegué a pronunciarlo entero. La mascota era un gran pollo sonriente con su camisa de rayas rojas y amarillas. Odio a ese pollo. El hot-dog no estaba del todo mal, quizá algo pequeño, pero las patatas parecían sacadas de un vertedero. Beaumont ya había cenado, y Chasc no quiso comer nada de ese sitio, pero me lo dijeron cuando yo ya había pedido y pagado lo mío. Nos acercamos mientras yo comía a una pizzería que había doblando la esquina, y nos encontramos a Wolf con su novia comiendo dos pizzas. Nos dijeron que había un dos por uno. Probé un poco de la pizza de Wolf mientras Chasc entraba a pedir y de pronto sentí el impulso irracional de cenar de nuevo, pensé que nos saldría bien de precio coger dos pizzas, pero Chasc salió antes de que pudiese entrar yo, con una baguette de atún. Quedé algo decepcionado, pero al menos me llevé un vaso en el bolsillo.
El resto de la noche fue una verdadera rapiña de botellas de tinto de verano que había por el suelo, la verdad es que la cacería resultó todo un éxito. Estaba con Moe, invitándole a unos tragos cuando llegó una conocida suya, el nombre era... bueno, sé que era francesa. La saludé con dos besos, pero ella me dio tres.
-¿Tres besos? Creía que en Francia dabais solamente dos...
-Bueno, no te olvides de que soy una fgansesa de ficsión, tú me estás inventando.
-¿Qué?
-Nada, bésame.

O al menos eso creí oír yo... seguí bebiendo y poniéndome algo borracho cuando Basil me invitó a que fuese con él y el pirata a fumar algo de hash. ¿Por qué no? Ya se está haciendo tarde, llevo casi doce horas por aquí y ya estoy borracho... podría despedirme y volver con Moe a dormir unas horas y despejarme para la mañana de trabajo que me esperaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario